Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos. Salmo 138:7-8
Por nuestras debilidades, pecados y malas actitudes el enemigo de nuestras almas pudiera pensar en algún momento, después de frotarse las manos... que sacará algún provecho de ello. Pero se le fue el tiro por la culata, porque al igual que Pablo, Timoteo y otros más, nosotros lo creyentes de este tiempo sabemos en quién hemos creído... Por lo tanto creemos firmemente lo que dice la Biblia: ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:34-39
Con Cristo: Lo nuestro está asegurado eternamente y para siempre. Somos más que vencedoresssssssssssssssssssss
ANTE TODAS ESTAS COSAS... SOMOS MÁS QUE VENCEDORES... ¿ERES TÚ UN VENCEDOR?
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