lunes, 6 de septiembre de 2010

La paz de Dios.

SINTIENDO LA PAZ DE DIOS EN NUESTRO CORAZONES

La paz es uno de los estados màs anhelados por el ser humano. Tener una paz inquebrantable, no tiene precio para el que la posee.
Jesùs dijo: Mi paz os dejo , mi paz os doy, yo no la doy como el mundo la da. Juan 14:27
Vivimos en un mundo que no tiene paz en su interior. Hoy dìa està por demàs decir que hay mucha violencia, robos, atracos y violaciones por doquier, por lo que vivimos en un sobresalto en una sociedad enferma... en donde la  maldad ha llegado hasta lo sumo. Lea Mateo 24:12

¿Còmo podemos alcanzar las paz que viene de lo alto en un mundo que agoniza cada dìa de dolor y no encuentra la cura de su mal?
La respuesta es simple:Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; Romanos 5:1

Roberto Orellana habla en una de sus canciones : Oh que lindo es sentir la paz de Dios, aquì dentro del corazòn, pareciera que uno està en el cielo delante del trono del Señor.

Pero ¿Què es realmente la paz de Dios?
¿Quiènes tienen o sienten la paz de Dios?
¿Còme se obtiene la paz de Dios? 

  En e l proverbio 28:1, el proverbista dice: Huye el impío sin que nadie lo persiga;Mas el justo está confiado como un león.

Reflexionemos sobre este asunto:
¿En què condiciones anìmicas y de seguridad va el impìo que huye? 

Es seguro que el que huye no està en paz . Debe tener algùn tormento en su interior que le amargue la vida, por eso huye  y no puede estar quieto en un ùnico lugar.  ¿Està usted mi amigo corriendole a Dios? En otras palabras està sin paz. Lamentablemente hay muchas personas  hoy en dìa corriendo de si mismas y de  la presencia de Dios,  por esta razòn,entonces estàn sin paz. ¿Por què?: Por su pecado, por su maldad no confesada y su corazòn  no arrepentido.
El Señor, dice: produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré.
 Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.
No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos. Isaìas (57:20-21)
Mi amigo/a: Solo en Cristo podemos encontrar la paz duradera, aquella que no la dan los encuentros de los presidentes y los simposios que buscan encontar la paz con esfuerzos humanos. Ni mucho menos la dan los antidepresivos.

¿Quieres Paz?: Arreglas tus cuentas con Dios, y tendràs la paz que sobrepasa todo entendimiento. Es una promesa de Dios.
Dios te bendiga : Tù puedes...

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