Mí apreciado, querido, estimado, distinguido y valioso amigo/a:
Hoy tomo un acertado momento de mi agitada y ocupada agenda para comunicarte algo de suma importancia para ti. Te confieso que pude haberlo hecho en otro tiempo, pero por la premura y la importancia del asunto que te quiero comunicar me arriesgo y lo invierto en ti que eres mi abnegado/a hermano, porque tanto para Dios como para mi, eres de inestimable valor como persona y como ser humano.
Como seres humanos, tú y yo tenemos cosas en común. Podemos decir que somos pecadores, aunque arrepentido y no arrepentido. Somos imperfectos, ambos cometemos errores a granel entre otras cosas que tú sabes tanto como yo. Pero algo no es común entre nosotros: La fe que te salva y te lleva a la vida eterna, de la cual quiero hablarte en esta oportunidad porque el tiempo se agota y no hay tiempo que perder. No podemos perder ni un segundo en las insignificancias de esta vida en aras de conseguir nuestro mayor tesoro: La vida eterna que sólo Cristo nos ofrece de forma gratuita. Confirmación: Juan 14:6, Hechos 4:12,1 Timoteo 2:5, Juan 3:16
La Biblia nos enseña que debemos buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano, deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Tú como yo necesitas el perdón de Dios para entrar al cielo, porque es un requerimiento del Señor que sin arrepentimiento nadie lo verá, y yo sé que tú quieres verlo, tu alma anhela esa bendición. ¿O me equivoco?
Dios quiere salvarte, pero no lo hará sin tu consentimiento, porque él no hace nada por la fuerza, aunque tiene el poder para hacerlo, no actúa de esa manera si no que quiere que este anhelo nazca de tu necesitado corazón.
Este es el tiempo mejor para buscar a Dios, no es mañana, es hoy… Aún la puerta de la salvación (Cristo) está abierta de par en par para que entren tú y los tuyos y hallen el pasto (alimento espiritual) que necesitan para el socorro oportuno y sean sustentados, antes que sea tarde, porque el tiempo se está extinguiendo. Todavía tiene un poco de tiempo para escapar de la maldad y de las atrocidades que harán las bestias salvajes a esta pobre e irracional humanidad que no sabe con exactitud sobre las funestas trampas que el enemigo le esta armando en el seno de gentes que supuestamente “deben cuidarla” y desear lo mejor para ella. Las bestias no perdonarán ni aun a sus propias madres. La salvación de tu alma es de valor incalculable para Dios. Sí no sabe cómo proceder he aquí el paso correcto: Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Romanos 10:9-11 ¿Lo crees?
Gracias por leer este mensaje que lo he hecho con todo mi amor para alguien especial como lo eres tú… Tu amigo José Napoleón Acosta. El que tiene oído para oír que oiga.
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