La Biblia enseña que no debemos afanarnos por nada, sino que sean conocidas nuestras suplicas delante de Dios, porque sabe cómo resolver cada situación de la mejor manera. Dios es experto solucionando problemas.
Es difícil dejar a Dios trabajar por nosotros, cuando estamos agitados y turbados. La mente se nos bloquea...
Si queremos solucionar los problemas a la manera nuestra y no a la de Dios vamos a tener que confrontar graves problemas, pues, nuestro entender es corto y limitado. Sólo Dios puede ver más allá de donde nosotros con nuestras miradas miopes no vemos...
La invitación está hecha: Encomienda Jehová tu camino: Confía en él y él hará... Salmo 37:5